Normas de alumbrado vial

La iluminación de las carreteras es esencial para garantizar la seguridad y la visibilidad de automovilistas, ciclistas y peatones. Para conseguir unas condiciones óptimas de iluminación, es importante cumplir las reglas y normas establecidas. En Europa, el Comité Europeo de Normalización (CEN) ha elaborado normas en el marco de la EN (Norma Europea) que proporcionan directrices para el diseño del alumbrado vial. Comprender estas normas es crucial para diseñar sistemas eficaces de iluminación de carreteras.

La principal norma EN que regula el diseño del alumbrado vial es la EN 13201. Esta norma especifica los requisitos para el diseño del alumbrado de carreteras, incluidos parámetros como la luminancia, la iluminancia, la uniformidad y el control del deslumbramiento. Clasifica las carreteras en diferentes categorías en función de su función, volumen de tráfico y velocidad, y proporciona criterios de iluminación específicos para cada categoría. En general, las carreteras pueden dividirse en los siguientes componentes básicos:

  • Carreteras: Las carreteras principales requieren una iluminación uniforme con suficiente brillo para garantizar la visibilidad a altas velocidades. Las luminarias suelen montarse en mástiles a lo largo de la carretera y proporcionan una iluminación uniforme en toda la calzada.

  • Carriles bici: Los carriles bici pueden requerir niveles de iluminación más bajos en comparación con las carreteras principales, pero aún así necesitan iluminación suficiente para la seguridad de los ciclistas. Las luminarias suelen montarse a menor altura que las lámparas del alumbrado vial.

  • Aceras: Las aceras requieren una iluminación uniforme para garantizar la seguridad y la comodidad de los peatones. Las luminarias pueden instalarse a menor altura o integrarse en elementos arquitectónicos para proporcionar luz suficiente sin causar molestias.

  • Intersecciones: Las intersecciones requieren una iluminación mejorada para aumentar la visibilidad y reducir el riesgo de accidentes. El alumbrado de las intersecciones debe centrarse en iluminar eficazmente los pasos de peatones y las señales de dirección.

  • Iluminación de túneles: Iluminación específicamente diseñada para túneles con el fin de garantizar la visibilidad y la seguridad de los conductores que cambian de luz diurna a luz escasa.

El índice de deslumbramiento (GR) es uno de los indicadores importantes en el alumbrado vial. Mide el molesto deslumbramiento producido por una instalación de alumbrado. Los niveles elevados de deslumbramiento pueden reducir la visibilidad y causar molestias a los conductores, lo que puede dar lugar a riesgos para la seguridad. La norma EN 13201 proporciona directrices para limitar el deslumbramiento y recomienda valores GR máximos específicos para diferentes categorías de carreteras. Por ejemplo, esta norma establece límites más estrictos para el deslumbramiento en carreteras principales con grandes volúmenes de tráfico y velocidades en comparación con las carreteras residenciales. La temperatura de color correlacionada (CCT) desempeña un papel crucial en la iluminación de carreteras y afecta a la visibilidad, el confort y la seguridad. Aunque no existe una CCT única para la iluminación de carreteras, una recomendación común es utilizar temperaturas de color más frías (5000-6000K) para las carreteras. He aquí por qué:

  • Visibilidad: Los CCT más fríos tienden a mejorar la visibilidad, especialmente con poca luz o mal tiempo. Esto mejora el contraste, lo que facilita a los conductores distinguir los objetos en la carretera.

  • Reconocimiento del color: Las temperaturas más frías proporcionan un mejor reconocimiento del color en el tráfico, garantizando que las señales de tráfico, las marcas y las luces de señalización sean percibidas con precisión por los conductores. Por tanto, no siempre se puede equiparar que una temperatura de color cálida de 3000K tenga una mejor reproducción cromática en el tráfico que, por ejemplo, 5000K, aunque el índice de reproducción cromática (IRC) sea superior.

  • Impacto psicológico: Una mayor TCC puede crear una percepción de mayor seguridad y alerta entre los usuarios de la carretera, contribuyendo a una sensación de seguridad durante la conducción nocturna. La luz más fría es reconocida por los humanos como luz diurna y proporciona más energía.

Sin embargo, es importante equilibrar las ventajas de los CCT más fríos con consideraciones como la contaminación lumínica y el posible impacto en la fauna. Por ejemplo, Copenhague (Dinamarca) ha instalado alumbrado público LED con una temperatura de color de 3000K y 4000K, manteniendo un equilibrio entre la visibilidad y las preocupaciones medioambientales. El sistema de alumbrado proporciona suficiente iluminación para los usuarios de la vía pública, al tiempo que minimiza los daños al medio ambiente.

Las carreteras mojadas son uno de los retos más importantes para los conductores. El agua de lluvia crea superficies reflectantes, provocando el deslumbramiento de los faros que se aproximan y reduciendo la visibilidad. Además, la película de agua sobre la carretera puede difuminar las marcas de los carriles y otras señales importantes para los conductores. Dinamarca es conocida por tener las directrices y la legislación más estrictas sobre carreteras mojadas. He aquí dos de las soluciones más eficaces para mejorar la visibilidad en condiciones meteorológicas adversas:

  • Aumente los niveles de iluminación en las carreteras mojadas para compensar la visibilidad reducida causada por la lluvia, la niebla o la bruma mediante la implantación de sistemas de control dinámico de la iluminación. Estos sistemas ajustan los niveles de iluminación en función de las condiciones meteorológicas en tiempo real, el flujo del tráfico y los accidentes de tráfico.

  • Utilice ópticas de lámpara correctamente seleccionadas para minimizar el deslumbramiento de las superficies mojadas y concentrar la luz en las marcas viales y la señalización.

En conclusión, el cumplimiento de las normas EN, la selección de CCT y ángulos de haz óptico adecuados y la comprensión de las necesidades de iluminación propias de los distintos elementos de la carretera son aspectos esenciales del diseño del alumbrado vial. Siguiendo estas directrices, los diseñadores pueden crear instalaciones de iluminación que den prioridad a la seguridad, la visibilidad y el confort de todos los usuarios de la carretera sin causar grandes daños al medio ambiente. A finales de este año estará disponible en el entorno de aprendizaje un artículo sobre la normativa Dark Sky. Este artículo es muy relevante para los sistemas de vías, el alumbrado público y otras zonas en las que pueda haber contaminación lumínica. Recuerde suscribirse a nuestro boletín y tendrá los nuevos artículos al alcance de la mano.

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